Videos y películas de transexuales y travestis

Actrices trans argentinas: visibilidad, arte y lucha en la pantalla

La representación de personas trans en el cine y la televisión ha sido históricamente marginal, estigmatizante o directamente ausente. Sin embargo, en las últimas décadas, especialmente en Argentina, un grupo de talentosas actrices trans ha comenzado a transformar ese escenario, abriendo camino en la industria cultural, evitando el inexorable destino como escort trans, reclamando sus espacios y aportando no solo diversidad, sino también calidad artística y profundidad narrativa a las producciones.

La representación de personas trans en el cine y la televisión ha sido históricamente marginal, estigmatizante o directamente ausente. Sin embargo, en las últimas décadas, especialmente en Argentina, un grupo de talentosas actrices trans ha comenzado a transformar ese escenario, abriendo camino en la industria cultural, evitando el inexorable destino como escort trans, reclamando sus espacios y aportando no solo diversidad, sino también calidad artística y profundidad narrativa a las producciones.

Pioneras y nuevas voces

Mariana Genesio Peña

Uno de los nombres más emblemáticos es el de Mariana Genesio Peña, quien se hizo conocida a nivel nacional por su papel en la telenovela Pequeña Victoria (2019), emitida por Telefe. Su interpretación de una mujer trans que se convierte en madre fue una rareza en la televisión argentina: un personaje trans interpretado por una actriz trans, con una narrativa sensible y alejada de los estereotipos. Genesio Peña no solo destacó por su actuación, sino que también se convirtió en una voz pública clave en los debates sobre diversidad de género, visibilidad trans y representación en los medios.

También vale la pena mencionar a Florencia Trinidad, conocida popularmente como Flor de la V, quien fue una de las primeras figuras trans en alcanzar fama masiva en Argentina. Si bien su carrera se desarrolló principalmente en el teatro de revistas y la televisión como conductora y humorista, su presencia constante en los medios desde principios de los 2000 ayudó a naturalizar la identidad trans en un contexto social aún muy conservador. Su visibilidad fue clave para comenzar a romper tabúes, aunque muchas veces su exposición estuvo marcada por el sensacionalismo y el morbo mediático.

En los últimos años han surgido también nuevas actrices como Lohana Berkins, activista y referente fundamental del movimiento trans (aunque más desde el activismo que la actuación), y Daniela Ruiz, actriz y dramaturga que se ha destacado en el circuito teatral independiente, especialmente con obras que relatan la experiencia de vida de personas trans en contextos de exclusión social.

Participaciones en el cine

El cine argentino ha comenzado a abrir sus puertas a relatos más inclusivos. Un hito reciente fue la película Yo nena, yo princesa (2021), basada en el caso real de Luana, la primera niña trans en Argentina en obtener un documento con su identidad autopercibida. Aunque la protagonista es una niña cis que interpreta a una niña trans, la película fue celebrada por su sensibilidad y abordaje respetuoso. Sin embargo, muchas voces del colectivo trans señalaron la necesidad de que las personas trans puedan contar sus propias historias desde la actuación.

Una película relevante en este sentido fue El puto inolvidable (2019), documental sobre Carlos Jáuregui, activista por los derechos LGBT+, que incluye testimonios de varias personas trans, entre ellas actrices y performers, lo que refleja el creciente interés del cine por visibilizar voces trans reales.

Camila Sosa Villada

En el ámbito del cine independiente, películas como La diosa salvaje (2022), protagonizada por Camila Sosa Villada, marcaron un hito. Camila, escritora, actriz y performer cordobesa, es una de las figuras más interesantes del panorama cultural argentino. Su novela Las malas fue un fenómeno literario y, aunque su carrera como actriz no es tan extensa como su trabajo literario, ha participado en cortometrajes, obras de teatro y colaboraciones audiovisuales. Su presencia es un ejemplo claro de cómo el arte trans puede integrarse de manera potente y poética en los lenguajes del cine y el teatro.

Teatro como espacio de resistencia

Para muchas actrices trans, el teatro ha sido históricamente un espacio más abierto que el cine o la televisión. En parte porque permite una mayor autogestión, y en parte porque los circuitos independientes tienen una tradición más inclusiva.

Obras como Reina Capitana, Transhumantes o Un cuerpo sin luto han sido protagonizadas y creadas por artistas trans. Estas puestas no solo permiten que se narren historias desde una mirada propia, sino que generan un espacio seguro para el arte, el activismo y la reflexión.

Daniela Ruiz, mencionada anteriormente, fundó la compañía teatral Sombras nada más, integrada en su mayoría por personas trans, y ha llevado a escena diversas obras donde la temática de género se cruza con cuestiones sociales, económicas y culturales, generando un impacto tanto en el público general como en el activismo.

Aceptación y desafíos

La visibilidad de actrices trans en los medios y en la cultura ha avanzado, pero aún enfrenta múltiples desafíos. Uno de los principales es el techo de cristal que muchas artistas trans encuentran cuando intentan acceder a producciones masivas, o a roles que no estén ligados exclusivamente a su identidad de género. Si bien el cupo laboral travesti-trans —una ley vigente en Argentina desde 2021— abrió oportunidades en muchos sectores, la industria audiovisual aún tiene una deuda pendiente con la representación real y plural del colectivo.

La aceptación general ha mejorado, especialmente entre las nuevas generaciones. Las redes sociales y el acceso a plataformas más diversas han permitido que historias y artistas trans lleguen a más personas sin necesidad de pasar por los canales tradicionales. Sin embargo, los discursos de odio, la violencia simbólica y la precarización siguen siendo moneda corriente para muchas personas trans en el mundo del espectáculo.

La crítica también juega un papel importante. A medida que crece la representación trans, también lo hace el debate sobre quiénes cuentan esas historias. La polémica por el uso de actores cis en papeles trans continúa siendo un tema sensible. Aunque algunos argumentan que «es actuación», cada vez más se reconoce que la falta de oportunidades para actrices trans reales hace que estas decisiones sean, en el fondo, una forma de exclusión.

Hacia un futuro más inclusivo

El panorama, sin embargo, muestra signos de cambio positivo. Festivales de cine como Asterisco en Argentina han sido clave para visibilizar producciones LGBT+, incluyendo cortos, largometrajes y documentales protagonizados por personas trans. Además, iniciativas como el Laboratorio de actuación trans impulsado por la Secretaría de Cultura de la Nación han buscado formar, capacitar y profesionalizar a actrices trans para facilitar su inserción en la industria.

También es esperanzador el surgimiento de plataformas como Cont.ar o Cine.ar, que permiten la difusión de contenido independiente y diverso, dándole espacio a narrativas que históricamente no tenían cabida en los grandes medios.

La expansión de personajes trans en la ficción no debería implicar solo presencia, sino también complejidad: personajes con desarrollo emocional, motivaciones diversas, historias que vayan más allá de la transición o la violencia. La meta no es que haya «más» actrices trans en pantalla, sino que puedan habitar todos los géneros, roles y estilos narrativos posibles, desde el drama histórico hasta la comedia romántica, pasando por la ciencia ficción o el terror.

Conclusión

Las actrices trans argentinas están protagonizando una transformación profunda en la cultura del país. Con talento, coraje y una mirada fresca, no solo amplían el espectro de representación en los medios, sino que interpelan a una sociedad que aún tiene mucho por deconstruir.

Desde las pioneras como Flor de la V hasta escritoras-actrices como Camila Sosa Villada, pasando por figuras emergentes en el teatro independiente, su presencia ya no puede —ni debe— ser ignorada. La lucha continúa, pero el arte, como siempre, es una de las herramientas más poderosas para abrir mentes y construir un futuro más justo, diverso y humano.

Artículos relacionados

De la sombra a la pantalla: la evolución de la representación trans en el cine

Durante buena parte de la historia del cine, las personas trans han habitado un lugar marginal o, peor aún, inexistente. Desde sus orígenes, la industria audiovisual reflejó (y muchas veces reforzó) los prejuicios de la sociedad, dejando a las identidades trans fuera del plano, o relegadas a la burla, el morbo o el estigma. Sin embargo, con el correr de las décadas, se dio un proceso complejo y gradual de visibilización, que fue desde la caricatura hasta la humanización, pasando por momentos de revolución simbólica, conquistas culturales y, finalmente, un estado de mayor naturalización en los últimos años. ❌ La […]

La Historia de las Personas Trans en el Cine

Durante más de un siglo, el cine ha sido espejo de nuestros prejuicios, esperanzas y contradicciones. Para las personas trans, esa imagen proyectada ha sido durante mucho tiempo distorsionada, marginal o incluso inexistente. Sin embargo, en las últimas décadas, esa historia ha comenzado a cambiar, abriendo paso a una narrativa más honesta, empática y poderosa. Este artículo recorre los principales hitos de la representación trans en el cine, desde los primeros personajes estereotipados hasta la llegada de directoras, guionistas y actrices trans al corazón de la industria audiovisual global. 🕰️ Primeras apariciones: sombras y estigmas (hasta los años 90) Durante […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *